Ya iba anocheciendo y una monja estaba caminando por la calle. De repente una rubia se ofrece a llevarla en su coche. Muy agradecida la monja aceptó y se subió al automóvil, un reluciente FERRARI rojo con asientos de piel, equipo de sonido ALPINE y como 100 cosas extras más.
-Que bello auto tiene usted -comentó la monja-, debe haber trabajado mucho para poder comprarlo, ¿verdad?
-No, no fue así hermana, la verdad es que me lo regaló un empresario que se acostó conmigo durante algunos meses.
La monja no dijo nada, mirando hacia el asiento de atrás vió un bellísimo abrigo de visón y le pregunta nuevamente a la rubia:
-Su abrigo es muy bonito, le debe haber costado una fortuna.
-En verdad no me costó nada, me lo regaló un jugador de futbol por haber pasado con él un par de noches.
La monja tampoco dijo nada y ya no habló más durante todo el viaje. Llegando al convento se fue a su cuarto y se acostó.
De pronto alguien toca la puerta.
-¿Quien es? preguntó la monja.
-Shhhhhhh, soy yo, el Padre Martín.
-¿Sabe qué Padre?, ¡se puede ir a la mismísima chingada con sus chocolatitos.......!!!
viernes, 20 de febrero de 2009
lunes, 9 de febrero de 2009
viernes, 6 de febrero de 2009
HERMOSA MUSICA COLOMBIANA
No hay que ser experto en música para saber cuando una canción nos llega al alma, cuando una canción nos hace desarmarnos, hace que nuestros sentimiento de ternura y amor salgan a flote.
A veces la letra de una canción, la voz de un buen interprete y la música, hace que no solo escuchemos, sino que veamos; podemos ver lo que nos cuenta esa canción, podemos sentir bien sea amor o desamor, alegria o tristeza; es ese el gran poder de la música. Las ballenas y delfines cantan, las aves cantan y nosotros tenemos ese maravilloso don de componer e interpretar
Cada quien enamora a su manera, pero algo nunca ha fallado: la música.
Yo estoy enamorada de mi Colombia y de su música
A veces la letra de una canción, la voz de un buen interprete y la música, hace que no solo escuchemos, sino que veamos; podemos ver lo que nos cuenta esa canción, podemos sentir bien sea amor o desamor, alegria o tristeza; es ese el gran poder de la música. Las ballenas y delfines cantan, las aves cantan y nosotros tenemos ese maravilloso don de componer e interpretar
Cada quien enamora a su manera, pero algo nunca ha fallado: la música.
Yo estoy enamorada de mi Colombia y de su música
Colombia tierra querida
EL PESCADOR
Este post es un homenaje a la Orquesta Filarmonica de Bogotá, quienes el año anterior ganaron un premio Grammy latino.
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